La solemnidad de Corpus Christi es una celebración especial para los católicos, pues celebramos la presencia real de Jesús en el Sacramento de la Eucaristía. Es una fiesta de la Iglesia católica destinada a ensalzar su presencia entre nosotros, siendo un culto público para glorificar la institución de la Santa Eucaristía, tal como lo hizo Jesús en la última cena, cuando convirtió el pan en su cuerpo y el vino en su sangre y donándose dijo. “Toman y coman mi cuerpo y beban mi sangre que es entregado por vosotros”. Mateo 26 26-34.
Son momentos íntimos y significativos donde se hace presente cada día el legado de Jesús a todos sus seguidores para hacerlo extensivo y universal, actualizándose cada día en el servicio desinteresado al hermano. “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; como yo os he amado”. Juan 13 34
En este 11de junio de 2020, la celebración de Corpus Christi es un acontecimiento conmovedor donde el alma busca entonar con dulces notas la presencia de Jesús entre nosotros, haciendo este momento memorable, único, afectivo e inconfundible, doblando la rodilla en veneración absoluta. Es una experiencia personal e íntima, es el encuentro pleno de dos seres que se aman.
Con gran esperanza e inspiración de alabanzas y súplicas uniéndonos a las almas místicas que abren sus corazones para compartir ese regalo de amor y entrega, se puede enfatizar:
En palabras de Pio X “La devoción a la Eucaristía es la devoción más noble porque tiene como objeto a Dios; es la más saludable porque nos da el Autor de la gracia, es la más dulce porque dulce es el Señor.”
“Cristo se convirtió en el Pan de Vida porque comprendió la necesidad, el hambre que teníamos de Dios, y nosotros debemos comer este Pan y la bondad de su amor para poder compartirlo”. Teresa de Calcuta.
Actualmente: en palabras del Papa Francisco la enaltece diciendo: “La Eucaristía no es un premio para los buenos, sino la fuerza para los débiles, para los pecadores, es el perdón, el viático que nos ayuda a andar, a caminar”.