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Nuestra historia

Nuestra Congregación fue fundada en 1874 por Fray José del Refugio Morales Córdova y nuestras primeras hermanas: Sor María de la Luz de Cristo Crucificado, Sor Juana de San Felipe Neri y Sor Refugio de la Preciosa Sangre, para conservar, sostener y difundir los grandes valores de la vida consagrada.

Guiados por el Espíritu Santo y en medio de la persecución religiosa, la Congregación surgió como un modesto esfuerzo suscitado por el Espíritu Santo en respuesta a las necesidades del Pueblo de Dios, bajo la protección maternal de la Inmaculada Concepción.

Nuestro fundador

,José Isidoro Morales Córdova

José Isidoro Morales Córdova nació el 4 de abril de 1836, en Tlalmanalco en el territorio de la antigua Ciudad de Texcoco, cuya parroquia estaba atendida desde hacía tres siglos por religiosos de la Orden Franciscana. A los 13 años y medio ingresó a la Orden de San Francisco de Asís. Al vestir el hábito de novicio, cambió su nombre de José Isidoro por el de José del Refugio, de acuerdo con la costumbre de los institutos de votos solemnes de aquellos tiempos.

El 16 de mayo de 1852, el padre Refugio profesó de votos solemnes en la Orden Franciscana, emitiendo los cinco votos que hacían los miembros de los Colegios Apostólicos, como son: pobreza, castidad, obediencia, clausura y caridad.

El padre Refugio, en la plenitud de su juventud, experimentó grandes luchas internas y continuó esforzándose, porque se había propuesto ser imagen perfecta de Jesucristo. Este ideal altísimo más tarde lo propuso a sus hijas espirituales. Todos estos sufrimientos que padeció fray José del Refugio, en parte se debían a sus altos propósitos y a la autenticidad y sinceridad de sus esfuerzos.

En medio de estos altibajos espirituales, de angustias y consuelos divinos, sorprendió a fray José del Refugio el inicio de las violentas exclaustraciones de religiosos decretadas por el Gobierno Liberal.

No olvidaba a sus amadísimas Hijas del Corazón de María, las encomendaba devotamente al Señor y les dio sus últimas instrucciones.

El 13 de abril de 1894 entregó su alma al Señor.