El 6 de enero celebramos la Solemnidad de la Epifanía del Señor, es decir la manifestación en la cual Jesús se da a conocer por primera vez, revelándose a personas provenientes de pueblos distintos al de Israel, representados por los magos de oriente.
“Al ver la estrella, los sabios se llenaron de alegría. Luego entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre. Y arrodillándose, lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra.» (Mt 2:10-11)
Los magos reconocen que Jesús es Dios y hombre verdadero, y por eso le entregaron lo que tenían, simbolizando la ofrenda y el sacrificio de los creyentes hacia Dios.
Con la Epifanía celebramos el amor de Dios que se revela a todos los hombres, que quiere la felicidad de todos los seres y ha venido a salvarnos, que es la luz del mundo que viene a iluminar las tinieblas.
Es un día de alegría y agradecimiento porque al igual que los magos, salimos al encuentro de Jesús, lo reconocemos como el salvador de toda la humanidad y le rendimos nuestra adoración.
¡Feliz día de reyes!